La volatería

Gastronomía de paisaje
Cocina de paisaje
Asturias

La estampa del gallinero, hórreo y cuadra (gallineru, horru y corral o corte) acompaña indefectiblemente a toda casa campesina en Asturias. La tantas veces comentada necesidad de autoabastecimiento obliga al cultivo de un poco de todo y la volatería asegura despensa de carnes y de huevos. La cría de pavos, patos, gansos, etc. es poco frecuente; no así la de gallinas (pites), gallos (pitos) y capones.

Luis de Valdés, en el siglo XVII, testimonia la calidad de esta volatería y el precio que alcanzaban en el mercado de aquellos tiempos:

«...cuando más caros valen (los capones) es a dos reales cada uno; las gallinas suelen valer a real, a real y medio y a dos reales; los huevos, por las aldeas, a cuatro el cuarto y a ocho; y desque van de la Corte por ellos valen a maravedí en la ciudad de Oviedo y en las aldeas más baratos; los pollos a ocho maravedís...».

Las gallinas cumplen una doble misión: suministran huevos y aseguran la continuidad de la especie. Cuando adultas y muy grasas, su destino es el caldo, los guisos... y el regalo para parturientas y convalecientes. Los huevos, por su parte, también tienen doble destino: uno, de cocina (fritos, cocidos, tortillas, dulcería...); otro, como objeto de transacción comercial para poder adquirir otros víveres o satisfacer otro tipo de necesidades.

Los gallos, galanes del gallinero, no sólo ponían su granito de arena en la continuidad de la especie, sino también eran despensa de carnes para días de fiesta (patronazgos, bodas, bautizos...) y medio de transacción comercial o regalo de compromiso.

En la actualidad, por el aquel de la granjería industrial, cada vez hay menos gallineros al aire libre con gallos y gallinas pastando por las praderas cercanas a la casa. Tanto es así que hoy, para identificar a un pollo de aldea, suele añadírsele el epíteto de pasteru o golfu, signo de garantía de que corretea por pastos libres en coqueta compañía femenina:

«...Canta'l gallu en gallineru,
rebuzna'l burru na cuadra,
alborótense les pites
porque'l gallu en so xarana
anda corriendo tras d'elles
arrastrándoyos el ala».